Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar...
Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijita
ni se le oye respirar...
Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué linda niña veo
a tus ojos asomar...
El estanque copia todo
lo que tú mirando estás;
pero tú en las niños tienes
a tu hijita y nada más.
Los ojitos que me diste
me los tengo que gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar...
Dani Fernández
Hace 2 meses
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