La Valse d'ouverture à la soirée du mariage.
También es el cumple de mi papi y además, dentro de 3 meses justos, será mi cumpleaños... creo que el 11 es nuestro número familiar, jeje.
Debo decir que conocer a Charlie ha cambiado nuestras vidas... y quién es? Nuestro nuevo profesor de baile... sí, desde el lunes hemos cambiado de profe (siguiendo el consejo de una amiga) y nos divertimos mucho, nos hace reír, nos muestra nuestra parte más salvaje y sensual... así que nos hemos puesto en sus manos.
El lunes dimos nuestra primera clase de vals, con pasos impares, sólo una lección por semana, y madre mía... lo de ir a la par lo llevamos mal, lo de pisarnos lo llevamos bien, lo de reír a morir lo llevamos todavía mejor... el caso es que aprender no aprendemos mucho pero nos meamos de la risa casi todo el tiempo. Es divertido tener un profe que nos da clases sólo a nosotros... creo que aun con las clases llegaremos al aprobado justito, y sin ellas, no quiero ni pensarlo, jajaja!
Admiro a las parejas que bailan el vals el día de antes para practicar y en su boda les sale redondo... bravo por ellos! Besos a tod@s l@s novi@s!
Aunque los orígenes del vals no son fáciles de rastrear, muchos de quienes intentaron hacerlo concluyeron que este baile deriva de los landlers, danzas rústicas que bailaban en la Edad Media los montañeses y campesinos del sur de Alemania y Austria. El ritmo de estos bailes consistía en un compás lento, de tres tiempos, que hacía girar a las personas varias veces en el lugar (la palabra vals proviene del alemán walzer que significa dar vueltas).
Después de la Segunda Guerra Mundial los landlers alcanzaron su máximo esplendor y comenzaron a sonar en los salones de la alta sociedad europea. Décadas más tarde esos valses trascendieron las fronteras continentales llegando hasta nuestros salones de fiestas.
Si bien hoy en día el vals no es un ritmo de música que se utilice para bailar en fiestas, los novios siguen conservando la tradición de iniciar al baile con un primer vals entre ellos; algo que resulta tan elegante como romántico y que todos siguen aceptando como una de las costumbres más arraigadas.
El vals se baila con una pose elegante y erguida. Se debe estar completamente recto y trata de no mover hombros, brazos ni caderas. La mano derecha del hombre se sitúa en la espalda de la mujer y la izquierda toma la izquierda de ella, mientras que ésta apoya su brazo sobre el del caballero. Haydn, Strauss, Ravel, Schubert y Brahms son algunos de los músicos que dejaron el legado de valses que bailamos hoy en día en nuestras bodas.
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