En la semana 11, el bebé está ya completamente formado y tiene el tamaño de una ciruela. Mide 4 centímetros y pesa 7 gramos. Su piel es tan finita, que es casi transparente y por eso se pueden ver todas las venas. Algunos de sus huesos están empezando a endurecerse y los dedos de las manos y de los pies, no sólo están ya todos formados, sino que dentro de muy poco podrá incluso abrirlos y cerrarlos.
Ahora, además de dar patadas, se estira y como todavía tiene bastante sitio, está como pez en el agua. A medida que vaya creciendo se irá moviendo más, pero todavía no se pueden sentir todos estos movimientos acuáticos porque aún es muy pequeño. Algo curioso es que, también dentro de poco, empezará a tener hipo.
Así me veo cuando agacho la cabeza y me miro la tripita! ¿Se va notando?
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